Dos años después de nuestra primera obra, Andrónico, Sixto Castro Santillán y yo decidimos hacer una segunda puesta en escena basada en Shakespeare, tomando Hamlet como punto de partida.
De nuestro montaje anterior, me había quedado con la inquietud de querer un elenco completamente femenino. Sixto atendió la petición, además de coincidir con la conformación de un nuevo foro, Casa Actum, de Kalder Castañares, que cerró sus puertas el año pasado. No me sé bien la historia del lugar, se las prometo para otra ocasión.
Lo que sí sé, es que fue un espacio independiente, como muchos otros, que abrió las puertas a los creadores escénicos jóvenes con ganas de abrirse paso en esta carrera. Tuvo qué cerrar en octubre de 2017, luego de tres años de albergar a casi 300 compañías. Estaba ubicado en Héroes del 47 número 9, en Coyoacán.
Desafortunadamente, Casa Actum no es un caso aislado, sino que se suma a la lista de decenas de espacios que no sobreviven la falta de recursos autogestivos aunado a la falta de públicos. El foro El bicho, donde se presentó La acidez de las mariposas, mi obra más popular hasta el momento, es otro de esos casos donde el espacio autogestivo termina en números rojos.
Regresando a Hamlet, en esta versión la coralidad se vuelve a hacer presente en la propuesta textual, así como la individualización únicamente de los personajes femeninos, en este caso Ofelia y Gertrudis, quienes intentan contar la historia a partir de su propia visión, complementando la de las cortesanas que conforman el coro de mujeres que llevan la acción de la obra.
Natalia Sedano volvió a hacer sus magias escénicas, utilizando la entrada del espacio de Casa Actum y haciendo unos vestidazos increíbles para las actrices, que fueron Darling Lucas, Valeria Bazúa, Mon de León, Sofía Beatriz López, Xóchitl López, Adriana Portillo y Edzná García (espero no haber olvidado a ninguna).
Para la producción, hicimos un “Vestidotón”: publicamos un evento en Facebook pidiendo vestidos donados a nuestros amigos. Logramos juntar más de 50, despedazándolos para crear otros nuevos. Toda una aventura eso de la confección que estuvo a cargo de Fernanda Chávez Ochoa, Natalia Janco, Xiomara González Dávalo y Natalia Sedano. En la producción tuvimos a Sandra Nicolini y como asistente general estuvo Mary Deia Loya.
Además, hicimos una campaña en Fondeadora bastante exitosa. La verdad es que tengo amigos muy increíbles que siempre apoyan mi trabajo. Si eres alguno de ellos y estás leyendo esto: ¡GRACIAS! Porque no sólo colaboran con dinero, sino que también se toman el tiempo de ver el resultado y compartir conmigo sus impresiones. Gracias a esta campaña, los vestidos fueron una realidad.
Para la puesta en escena, el director se alocó un poco y quiso experimentar, proponiéndole a Bruno Ruiz –un compañero muy talentoso de su generación de maestría– que dirigiera unas partes. Bruno metió algo de multimedia que llevaba la obra por lugares distintos y permitiendo otras posibles lecturas.
No puedo dejar de mencionar a Óscar Serrano Cotán, quien también forma parte de nuestro equipo creativo porque completa muy bien el trabajo que desarrolla Sixto en dirección, haciendo crecer la puesta en escena al precisar movimientos y detalles actorales. Él también estaba presente en la obra como el único personaje masculino e interpretaba el papel de Hamlet.
Para rematar, Ariel Torres musicalizaba en vivo. Aquello fue alucinante. En definitiva, la obra fue una completa y maravillosa locura. Nos permitimos jugar muchísimo con los elementos que quisimos. Casa Actum nos dejó hacer nuestro el espacio y participó un montón de gente. Desafortunadamente, teníamos todo en contra para continuar el proyecto que, por cierto, resultaba bastante caro. A la distancia, creo que fue un proyecto ambicioso que necesitaba de muchos recursos. Éramos chavos, se nos hizo fácil.
De esta obra no tengo video, apenas unas fotos y los gratos recuerdos que atesoro en mi corazón (me sale lo señora cursi) de la breve temporada en la casona de Héroes del 47 que Kalder abrió para los teatreros de la Ciudad de México.